¿Queremos que la próxima reunión de la empresa sea productiva? Podemos elegir entre una reunión tranquila donde no haya grandes desacuerdos, en la que vamos a tocar en orden alfabético los temas de siempre, explicar nuestra parte claramente y almorzar con los colegas, para pasar a la próxima exposición sin pena ni gloria. Pero también podemos aprovechar la oportunidad para resolver los problemas que venimos arrastrando. Saber realmente qué piensan los demás. Decirles en qué estamos de acuerdo y en qué no. Va a ser una reunión mucho más provechosa. Esta vez no vamos a evitar el conflicto vamos a dejar que el conflicto se desarrolle para ver a dónde nos lleva. Una cosa es segura, no vamos a terminar donde empezamos, y eso es bueno y sano. Cualquier cosa es mejor al statu quo, nunca nada está en equilibrio y deberíamos sospechar de nuestro punto de vista si creemos que siempre está todo bien.
Cómo es un conflicto productivo
Debe identificarse debidamente el conflicto. Un malestar general no es un conflicto. Un conflicto tiene principio y fin, es acotado. Es posible intervenir en él porque está claramente delimitado.
Vamos a definir qué es un conflicto que valga la pena tener, no estamos ahí por el conflicto en sí, sino para buscar soluciones. El conflicto que queremos resolver es relevante, es decir, importante para el funcionamiento de la empresa. No se trata de ver dónde ubicar la cafetera para que todos la tengan más a mano. Puede ser cómo aumentar las ventas, porqué nuestros clientes eligen a la competencia, con qué servicio o producto tenemos que innovar o qué discontinuar. Son temas pesados para la empresa.
Tiene que ser solucionable por los medios de quiénes estamos en la reunión. No podemos discutir finanzas con el arquitecto o el abogado, de la misma manera que no nos sirve discutir conflictividad laboral sin la presencia de RRHH. Es decir, tiene que haber una cierta pertinencia de los asistentes y el tema. Si bien los aportes son bienvenidos, hay algunas presencias imprescindibles para articular cambios.
Cómo desarrollar el conflicto
Para que el desarrollo de nuestro conflicto tenga el final esperado, es decir, la solución o por lo menos un comienzo de ella es necesario estar atento a una serie de pasos que comienzan por las tres características que citamos anteriormente.
El objetivo de la reunión debe exponerse claramente a todos los asistentes. Hay que asegurarse de que toda la información pertinente esté disponible para todos los participantes.
Identificado el grupo de gente que es necesario que asista a la reunión lo primero es darles una agenda a tiempo para que vengan preparados con todo lo que ellos crean necesario.
Más allá del tiempo de exposición hay que pensar en los espacios de debate ¿Va a ser una plenaria o se van a dividir en grupos? ¿Esos grupos van a dividirse temas o aspectos del problema abordado o van a tratar en paralelo lo mismo?
Es muy importante un moderador que esté en tema y que diferencie entre moderar y dirigir una reunión. El moderador tiene que asegurarse de que todas las partes intervengan, si no lo logra no tenemos una solución. No se trata de que un grupo gane y otro pierda, se trata de que todos los aspectos salgan a la luz para que quienes dirigen la empresa puedan pensar soluciones o líneas de acción a seguir.
En este breve espacio esperamos aportado a perfilar un buen conflicto, esperamos que lo disfrutes.
En la Sala Siranush estamos esperando tu consulta para ayudarte a preparar la próxima reunión de tu empresa.
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